Las tierras raras son esenciales para la transición a la energía verde. No obstante, su extracción es difícil y dañina para el ambiente, lo que conduce a la "paradoja de las tierras raras".
El cambio climático y la sobrepesca han reducido las capturas locales de China, y forzado a que los pesqueros chinos se aventuren en aguas lejanas. Los pescadores de África Occidental pagan el precio.